sábado, 18 de junio de 2011


Pueden pasar tres mil años. Pueden besarte otros labios, pero nunca te olvidaré. Puedo morirme mañana. Puede secarse mi alma, pero nunca te olvidaré. Pueden borrar mi memoria. Pueden robarme tu historia, pero nunca te olvidaré. ¿Cómo olvidar tu sonrisa? ¿Cómo olvidar tu miradas? ¿Cómo olvidar que rezaba para que no te marcharas? ¿Cómo olvidar tus locuras? ¿Cómo olvidar que volabas? ¿Cómo olvidar que aún te quiero más que a vivir, más que a nada?

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