lunes, 4 de julio de 2011

De un árbol aprendí.

Que hay que dejar caer las hojas cuando mueren. Que el vacío coincide con el frío, pero pasa. Que vuelven a crecer pujando fuerza. Que las raíces son las que sostienen. Que la corteza protege. Que la firmeza está en el tronco, y que la flexibilidad salva a las ramas. Que el viento cuando es fuerte arranca hojas, y la tormenta pone a prueba el arraigo. Que hay que buscar el sol. Que hay que saciar la sed sin rebasarla. Que respirar es también limpiar el aire. Que todo tiene un tiempo Que hay que saber esperar...



          Y que al llegar la nueva primavera, en cada                       copa una vida se proclama
Cuida tus pensamientos, porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras, porque se volverán actos.
Cuida tus actos porque se harán costumbre.
Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter, porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida

viernes, 1 de julio de 2011

Este es mi pecado, ¿cuál es el tuyo? Mi pecado eres tú. Mi destino ya estaba sellado contigo, y el corazón te entregué. Y aunque el mundo intentó separar los caminos, nunca olvidé tus caricias marcaron mi piel y tu voz mi corazón. En tus brazos el cielo encontré y en tus ojos la fe. Eres tú, sólo tú, la razón por la que viviré. Fuiste tú, sólo tú, el hombre que yo siempre soñé. Mi pecado eres tú, Siempre te amé. Qué difícil fingir que el pasado no existe, sigues aquí junto a mí. A pesar del dolor tu recuerdo persiste, voy tras de ti. Tus caricias marcaron mi piel y tu voz mi corazón. En tus brazos el cielo encontré y en tus ojos la fe. Eres tú, sólo tú, la razón por la que viviré. Fuiste tú, sólo tú, el hombre que yo siempre soñé. Mi pecado eres tú. Siempre te amé, Siempre te amé Eres tú, sólo tú, la razón por la que viviré. Fuiste tú, sólo tú, el hombre que yo siempre soñé. Mi pecado eres tú.